Tal
vez podría decirse que en la sociedad actual, como en tiempos pasados,
la
estética se busca por necesidad y por ello, ya sea una necesidad impuesta
o
autoimpuesta, la estética y buena apariencia, se convertirá en otro objetivo
más
para las prótesis. La belleza es algo
cultural, un concepto abstracto y subjetivo,
por ello tal vez no siempre el paciente tendrá
el mismo criterio de 'prótesis estética'
con
respecto al de los profesionales sanitarios. Cuando se habla de estética en
este
campo,
puede aparecer el error de relacionar lo mejor y más bello con lo más perfecto,
dentaduras
blancas, dientes alineados a la perfección y sin ningún tipo de desgaste, etc.,
no obstante, el objetivo protésico será
conseguir una dentadura de aspecto estético,
pero no tan perfecto como sí natural, teniendo
en cuenta la edad del paciente,
sexo
del paciente, morfología facial del paciente, tamaño de la cara y la propia
dentadura
del
paciente. Los dientes deberán colocarse del mismo color y forma que las piezas
naturales,
sobre
todo si el paciente conserva parcialmente su dentadura. Estéticamente, una
dentadura completa y sana es importante, sin embargo, las prótesis no se
limitan a restaurar las dentaduras,
sino
que también restauran la dimensión vertical de la boca y el aspecto global de
la cara.
A la
hora de confeccionar una prótesis, deberá tenerse en cuenta la línea media (que
permite saber dónde va el primer central), la línea de sonrisa (que permite
establecer la longitud de los dientes), y la línea de los caninos (que
permitirá determinar la amplitud del grupo anterior).